Uno de septiembre

Hoy es uno de septiembre. Para muchos, septiembre es como un segundo uno de enero. Sí, ese día para el que se hace una lista inmensa de propósitos que luego no se cumplen. La única diferencia es que en septiembre para muchos es momento de volver a la rutina, de retomar nuevos hábitos o de reinventarse.

Cuando era pequeña, para mí (y para muchos), septiembre era un mes en el que se volvía a empezar un nuevo curso escolar. Dependiendo del año volvías a la misma clase, con los mismos compañeros y al mismo centro o tenías por delante un gran cambio de etapa.

Recuerdo cuando empecé primaria. Una de las cosas que más ilusión me hacía era estrenar patio. En preescolar salíamos a jugar a un recinto de arena que había en la parte delantera de un conjunto de casetas que nos hacían de clase. En uno de los extremos del patio había una vaya con barrotes (sí, como una cárcel) que separaba el recinto de preescolar del de primaria. A través de aquellos barrotes podíamos ver a nuestros compañeros: «¡LOS MAYORES!». Los observábamos jugando con la pelota, haciendo partidos de fútbol, saltando a la comba y comiéndose sus bocadillos. En definitiva, los mirábamos mientras hacían… ¡COSAS DE MAYORES!

Cuando empecé la primaria, una de las cosas que más ilusión me hacía era poder jugar en el patio de los mayores. Era un espacio en el que apenas había tierra y en el que se jugaba a muchas más cosas, había muchas más pelotas, muchos más gritos y mucha más diversión…Un lugar en el que a partir de ahora yo también iba a poder salir al recreo, iba a ser una de ellos, de «¡LOS MAYORES!».

Una vez se nos pasó la euforia de probar el nuevo patio y de saborear la victoria de haber conseguido formar parte de ese honorable grupo, empezamos a darnos cuenta de que todo aquello significaba nuevas responsabilidades, nuevas rutinas, pero también nuevos logros, nuevos aprendizajes y nuevas satisfacciones.

¿Por qué he decidido empezar hoy este blog? Porque a pesar de que nunca se me ha dado bien escribir, siempre he querido aprender a hacerlo mejor y, sobre todo, siempre he querido descubrir si es algo que me gusta hacer. Hoy he leído un post de una blogera a la que sigo desde hace tiempo y, encima, estaba en otro blog de otro bloguero al que también sigo desde hace tiempo. El post iba sobre empezar a escribir un blog y podéis leerlo aquí.

Es posible que en este blog sólo escriba este post, ni siquiera sé si sabré publicarlo (espero que estés leyendo esto porque querrá decir que sí), pero también es posible que no sea así. De momento solo aspiro a escribir un post por semana durante el mes de septiembre (aunque sea un post chorra y cutre). El cómo, el porqué y el para qué ya lo iré descubriendo.

¿Te apetece acompañarme en el experimento? Si es así y has llegado hasta aquí, te invito a que me dejes un comentario para hacérmelo saber (o para lo que tú quieras) y a que te pases la próxima semana a comprobar si, finalmente, lo he logrado.

¡Saludos virtuales!

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

12 respuestas a Uno de septiembre

  1. Marina dijo:

    ¡Hola! Me ha gustado mucho eso de «los mayores», y me ha recordado a cómo cuando uno es pequeño y pasa de curso, siempre se ve a sí mismo mucho más pequeño de lo que veía a los otros el año anterior.

    Es verdad que el uno de septiembre es el nuevo uno de enero. Por eso aparecen tantos fascículos por entregas 😉 Espero que te cunda tu septiembre y puedas cumplir todos tus propósitos. ¡Un abrazo!

    Le gusta a 1 persona

    • No sé si debo ser la única pero, a veces aún sigo teniendo esa sensación…no recuerdo exactamente como me imaginaba que sería hace 10 años pero, desde luego ahora me veo mucho más jóven :p

      Te deseo lo mismo a ti para este septiembre. Por cierto, soy una de las jipis que esperan ansiosas tu novela 🙂

      ¡Saludos!

      Me gusta

  2. Mario dijo:

    Enhorabuena por decidirte a empezar el Blog. Me ha gustado la entrada. Te estaré vigilando a ver si cumples la promesa de escribir este mes 🙂

    P.D. Estar en el bando de LOS MAYORES ha estado bien por un rato, pero ya quiero volver detrás de aquellos barrotes 😦

    El tiempo pasa muy rápido y acojona.

    Le gusta a 1 persona

    • ¡Muchas gracias Mario! ¡Quién pudiera volver aunque fuera sólo un ratito!

      Tienes toda la razón con lo del tiempo…cuanto más pasan los años más rápido va todo. Lo bueno es que cuanto más consciente eres de eso más grande es el incentivo para poder aprovecharlo todo mucho más 🙂

      Me alegro de que te haya gustado la entrada. Ahora tendré que pensarmelo dos veces antes de escaquearme 😉

      Me gusta

  3. SinRumbo dijo:

    Enhorabuena por la decisión!!!! Estoy segura que es buena, yo también acabo de empezar con río mío y estoy muy ilusionada… Así que suerte y ánimo!!!
    Por cierto, septiembre es mi mes favorito!!! 😀
    Saludos

    Le gusta a 1 persona

  4. Speedy dijo:

    No, que esta entrada no sea LA ÚNICA de este blog. Y aquí está mi comentario para darte un empujoncillo de ánimo, que los comienzos son duros ;P

    Le gusta a 1 persona

    • ¡Muchas gracias Speedy! La verdad es que se agradecen los ánimos y los comentarios. Quién me iba a decir que se iba a pasar por aquí alguién más que yo misma!! Imaginate encontrarme vuestros comentarios, estoy más feliz que unas pascuas jaja
      ¡Saludos!

      Me gusta

  5. Pues sí. Septiembre es el mes de los reencuentros, con mayores, con pequeños y medianos. Para mí suele ser como el año nuevo: me topo conmigo misma y no tengo más remedio que salir a mi encuentro.
    Te deseo un año lleno de experiencias.

    Le gusta a 1 persona

  6. Badland dijo:

    ¡Hola y felicidades por el blog!

    Yo me sumo a los que te animan a que ésta no sea la última entrada, yo intenté hacer un blog una vez pero me quedé en la primera entrada… ¡no escribo nada desde el 2010! ¡¡¡Y no tengo ni visitas ni comentarios, jajajajaja!!! No sigas mis pasos, anímate a continuar.

    Ay el mes de septiembre… la vuelta al cole de los mayores no es tan divertida como uno se pensaba que sería por aquel entonces… Claro que tampoco se paraba uno a pensar que las vacaciones se reducían de tres meses a 20 días, que los días fuera de casa son carísimos y que las responsabilidades (que creíamos que eran muchas y ahora vemos que eran prácticamente inexistentes) no desaparecen.

    Saludos y ánimo.

    Me gusta

Replica a Speedy Cancelar la respuesta